Y sí, parece una pregunta muy cuestionable y un tanto polémica, pero cada vez más se observa la tendencia de alejarnos de nuestra característica racional humana y que nuestros sistemas reptiliano y límbico del cerebro decidan por nosotros. ¿Acaso hemos perdido la condición de hombres y ya no reflexionamos sino que nos dejamos llevar por nuestro subcosciente? ¿Necesitamos comprar o compramos sin razón alguna?
Esta cuestión es difícil de resolver, ya que es un tanto filosófica, pero nos permite adentrarnos en el mundo del consumidor, el llamado InsightConsumer. Para comprender mejor esto, comenzaremos por las bases del consumo: necesidad y deseo.
1. Necesidad. Llamamos necesidad a una sensación de carencia que se hace muy fuerte produciendo una activación de una parte de nuestro cerebro y nuestro cuerpo busque satisfacer esa carencia. A continuación, en la Pirámide de Maslow, podemos ver las diferentes clases de necesidades por orden de preferencia (cuanto más abajo más importante será la necesidad para nosotros).
2. Deseo. Aquí hablamos de una necesidad que es convertida en deseo, es decir, que esa necesidad que había, ahora está dirigida hacia un producto en concreto y el cliente quiere satisfacerla para encontrar su estado de bienestar a través de ese producto. La idea es estimular al target (público objetivo) a través de las motivaciones y emociones para convertir las necesidades en deseos.
Actualmente todos consumimos para poder satisfacer nuestras necesidades. Es en ese «todos» donde podemos llegar a la respuesta del problema planteado en este post. Si nos ponemos a pensar, cualquier persona de un país desarrollado o en vías de desarrollo consume del mercado para satisfacer cualquiera de sus necesidades, incluso para el sexo tenemos que comprar (preservativos).
No necesitamos la mitad de cosas que tenemos, sin embargo cada vez compramos más y más para satisfacer nuestras distintas necesidades que, por lo general, son convertidas en deseos hacia productos totalmente iguales los cuales nos motivan y nos emocionan gracias a estrategias de marketing y comunicación (sobre todo de storytelling). Ya no pensamos en si de verdad lo que estamos comprando nos hace falta y simplemente nos dejamos llevar por la motivación y las emociones que el producto produce en nuestro subcosciente o metaconsciencia a través de estas estrategias.
Por tanto nuestra necesidad primaria es lograr nuestro bienestar de manera irracional con productos concretos. Ésto nos lleva a pensar en que ya no satisfacemos necesidades sino deseos, unos deseos creados por estímulos de marketing y comunicación.
¿Has comprado alguna vez sin razón alguna?
[…] embargo es una de las bases del neuromarketing ya que permitirá conocer bien las necesidades para convertirlas en deseos y demanda. El cerebro del ser humano ha sufrido una evolución desde los comienzos de su existencia que han […]